Miércoles 8 de junio de 2016

¿Qué puede ser más común y cotidiano que transitar de noche por la ciudad? Probablemente, pocas cosas.
Lo cierto, es que por común y cotidiano que sea, las mujeres, inmersas todas en variadas culturas, crecen aprendiendo que puede tratarse de una práctica muy peligrosa, miedo que no se instala con la misma fuerza en la formación de los hombres.
Pues bueno. Ese temor compartido, esa angustia que muchas han sentido alguna vez andando solas de noche, es lo que retrata Au Bout de la Rue (Al final de la calle), registro dirigido por Maxime Gaudet, quien quería mostrar el más común de los acosos, el callejero, un asunto del que suele ser difícil hablar y generar consciencia. Eso, hasta que pasa alguna desgracia.