
Miércoles 4 de septiembre de 2019
Miércoles 4 de septiembre de 2019
En ese momento la actriz se convirtió en el centro de todos los comentarios.
Fue en 2014 cuando Renée Zellweger se convirtió en noticia mundial y no precisamente por su interpretación en una película, sino por el aspecto que lucía cuando reapareció después de un tiempo alejada de los focos. "¿Qué se hizo en la cara?" "luce irreconocible", fueron algunas de las preguntas y comentarios en ese momento. Ella insistía en que no se había hecho nada, pero nadie le creyó.
Fue años después, cuando regresó oficialmente al cine tras seis años, cuando la actriz demostró que, efectivamente, su cara apenas había cambiado. Que lo que ocurrió aquel día fue una curiosa casualidad en la que la luz, el maquillaje y el ángulo en el que se tomaron las fotos le jugaron una muy mala pasada.
"Yo no miro la belleza de esa manera. Y no pienso en mí de esa manera. Me gusta mi peculiaridad extraña, mi mezcla de cosas extravagantes", continúa diciendo para contestar por qué nunca se haría una operación para cambiar su aspecto físico.
"Eso es lo que me permite hacer lo que hago. No quiero ser otra cosa. La primera vez que me contrataron llevaba mis jeans azules, botas vaqueras y mi cabello alborotado. Empecé a trabajar así. No tuve que cambiarme para trabajar. ¿Para que iba a tratar de encajar entonces un estereotipo que no me pertenecía? No tiene sentido", sentencia. Misterio resuelto. Nunca se operó, solo tenía otro look.