Martes 12 de julio de 2016
Se repite solo dos veces al año y este fue el último.
Manhattanhenge. Así se llama el peculiar fenómeno solar popularizado en 2002 por Neil deGrasse donde el sol se alinea con los edificios de Nueva York, algo así como un Stonehenge urbano.
Si el original es producto del solsticio donde la luz sola se cuadra con las piedras, en el caso de Manhattan crea atardeceres realmente inolvidables.
Allí el sol poniente se alinea con sus calles, creando un brillo radiante de la luz a través del ladrillo, acero y cemento de las calles, que se ilumina tanto en el norte y como el sur de cada cruce de la ciudad.
Una panorámica que se repite sólo dos veces al año en esa ciudad y que definitivamente es muy hermosa.