
Miércoles 3 de abril de 2019
Miércoles 3 de abril de 2019
La amistad no tiene especie, raza o género.
A pesar de ser grandes depredadores, un oso y un lobo decidieron dejar ese lado salvaje y ser grandes amigos. Ambos suelen ser animales que están en grupos o manadas junto a los de su misma especie, por esta razón el fotógrafo Lassi Rautiainen no pudo dejar pasar esta inédita situación.
Y es que mientras iba detrás de ellos, pudo notar que su amistad era realmente pura. Compartieron desde inocentes juegos cada día hasta la comida cada mañana, durante diez días en los que Rautiainen los acompañaba.
"Creo que quizá ambos estaban solos y eran jóvenes y se sentían algo inseguros a la hora de sobrevivir solos... Es bonito compartir estos raros eventos en la naturaleza que nunca esperabas ver", dijo la fotógrafa.
También dijo a Daily Mail que encontró detrás de estos dos animales la historia perfecta y el mejor ejemplo de vida para nosotros los humanos. A pesar de las diferencias siempre existen puntos en común y esos son los que debemos aprovechar, los que nos permite congeniar los unos con los otros.
La amistad surge cuando menos te lo esperas y estos jóvenes animales supieron aprovechar la oportunidad ¡Qué hermoso!