Este jueves la reina Isabel II abandonó el palacio de Buckingham para instalarse en el castillo de Windsor, el lugar donde ella y su marido, Felipe de Edimburgo, vivirán las próximas semanas aislados para protegerse del coronavirus.
La monarca no quiso estar ajena a la pandemia que está viviendo el planeta y tuvo palabras de aliento para su pueblo británico y para el mundo entero.
"A todos nos han aconsejado cambiar nuestras rutinas y patrones de vida regulares por el bien de las comunidades en las que vivimos. Y en particular, para proteger a los más vulnerables dentro de ellas. En momentos como estos, recuerdo que la historia de nuestra nación ha sido forjada por personas y comunidades que se unen para trabajar como una sola, concentrando nuestros esfuerzos combinados con un enfoque en el objetivo común", explica Isabel II, que en su reinado ha tenido que liderar varias crisis como esta.
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— The Royal Family (@RoyalFamily) March 19, 2020