Miércoles 16 de noviembre de 2016

Al menos deberíamos darle el mérito de la creatividad.
Los japoneses son reconocidos mundialmente por construir cosas realmente geniales. Sin embargo también diseñan piezas que están al filo de la inutilidad. Ese tipo de elementos tienen un nombre específico.
Se trata de los Chindogu, objetos aparentemente útiles pero quizás demasiado absurdos como para utilizarlos realmente.
Un Chindogu que se jacte de tal debe respetar al menos tres características esenciales: que sea posible de construir, que sea de dominio público y que no se preste únicamente para la sátira.
Esta técnica posee algunas reglas que definen su filosofía; te las mostramos a continuación:
1. No utilizarás ningún Chindogu.
2. Encontrarás tu Chindogu entre objetos cotidianos.
3. Fabricarás el Chindogu con tus propias manos.
4. Es el objeto por el objeto, sin utilidad práctica.
5. Tu Chindogu no será soez
6. No venderás tu Chindogu
7. El Chindogu deberá existir para algo más. No solo hará reir
8. Un Chindogu no tendrá prejuicios
9. No harás propaganda con ellos
10. Jamás podrás patentar un Chindogu