La divertida anécdota la dio a conocer uno de los trabajadores de la tienda donde Harry y Meghan acudieron a comprar su árbol aprovechando un momento en el que había poca gente, aunque sin aclarar cuál fue la respuesta de Harry ante la posibilidad de que él fuera un vendedor de árboles de Navidad. Sin embargo, sabiendo el buen humor que caracteriza al hermano de William, seguramente se lo tomó bastante bien.
