Miércoles 22 de marzo de 2017

La edad en que simples cosas se convierten en el placer máximo.
Sin duda que una vez que cruzamos la barrera de los 25 algo cambia en nuestra vida. Empezamos a cuestionarnos las decisiones que hemos llevado, el camino que decidiste para tu futuro y de pronto el cascaron que te protegía en tu juventud ya no es suficiente. Por eso tus gustos cambian y empiezas a apreciar las pequeñas cosas de la vida...
1. Quedarte en tu casa
Quedarte en casa viendo Netflix, durmiendo o tomando un baño puede convertirse en una de las opciones más tentadoras de la vida.
2. Disfrutar de la familia
En nuestra juventud, muchas veces dejamos pasar las instancias familiares porque preferimos 'quedarnos pasando la caña' o porque simplemente nos da lata. Con un poco de perspectiva nos damos cuenta que en realidad es el mejor lugar donde podríamos estar: acogidos, amados, entendidos y de paso, con comida rica.
3. No irte de la fiesta hasta el día siguiente
Lo peor de irse era el trayecto a casa el día siguiente.
4. Dejar la casa de tus padres
Aunque es un paso complejo, esta es probablemente una de las mejores experiencias que vivirás en tu juventud. Con sus costos y beneficios.
5. Comprar libros aunque no tengas tiempo de leerlos
Son esos pequeños gustos que te puedes dar cuanto eres un empleado primerizo.
6.Apreciar una buena botella de vino
En la hermosa juventud celebramos con los que pillamos para tomar. Con un poco de distancia que no nos cuesta nada invertir un poco más en la calidad de la bebida con la que decidimos embriagarnos.
7. Adorar un brunch o una cena
Esos pequeños y sencillos gustos.
8. Escuchar los silencios
En esta vida ajetreada, un poco de silencio siempre viene bien. Sobre todo si lo logramos con alguien con quien nos sentimos entendidos.
9. Tener una pareja estable
Aunque esto no es característica solo de las personas de este segmento de edad, lo cierto es que en la medida que nos volvemos adultos, apreciamos mucho más el hecho de 'conectar' con otra persona. No solo eso; poder vincularse y seguir construyendo.
10. Gastar sólo en lo necesario
Si ya eres completamente independiente seguro habrás notado 'lo caro que está el mundo' y que ya no está como para despilfarrarlo como en nuestra juventud.
11. Decir "no" a algunas cosas
La autonomía te empodera y si tienes que plantear tu punto de vista, claro que lo harás.
12. Pronunciar rotundos "sí" de vez en cuando
Cuando queremos las cosas de corazón, no hay nada que nos pare.
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