Vivimos en un mundo cuyo ritmo vertiginoso nos puede perder. El pánico busca refugio en la nostalgia o en el miedo, busca un pasado mejor o un chivo expiatorio a quien culpar. Mientras que el canto es una forma de conexión con la realidad.
Porque nada es tan fácil, la reconocida psicoanalista y escritora recorre los vericuetos de la vida cotidiana actual para encontrar una salida o al menos disfrutar el recorrido.