Por más que lo intenten, Vero e Ignacio no pueden evitar querer que sus hijos sean guagua para siempre. Aunque saben que hay que dejarlos volar, en este capítulo se sinceran sobre sus miedos ante el futuro.
Por más que lo intenten, Vero e Ignacio no pueden evitar querer que sus hijos sean guagua para siempre. Aunque saben que hay que dejarlos volar, en este capítulo se sinceran sobre sus miedos ante el futuro.