Sin embargo, el significado de la frase podría tratarse perfectamente de una metáfora de la vida de Meghan que sigue manteniéndose a flote a pesar de lo que le ha tocado pasar. Hija de Thomas Markle y Doria Ragland, miembro de una familia de clase media mestiza, Meghan que se ha autodefinido como "birracial", logró conseguir un futuro en el mundo de la actuación sin dejar de reivindicar dos de los grandes pilares de su vida: el racismo y el feminismo.
Pese a esto, la duquesa vivió un "infierno" dentro de la familia real británica. El recelo que había por su color de piel, lo mal que fue tratada, incluso las conversaciones sobre qué tan oscura podía ser la piel de su hijo Archie, fue parte de lo que provocó su alejamiento junto con su marido, el príncipe Harry. Sin duda ella fue una "bolsita de té" que demostró lo fuerte que puede ser.