
Sábado 30 de marzo de 2019
Sábado 30 de marzo de 2019
Su transformación es increíble.
El gatito Francis tenía tres semanas, pero solo pesaba 113 gramos, el peso de un recién nacido. El refugio que lo había acogido sabía que eso no era normal.
Lo llevaron a la Clínica para Gatos de NOVA donde Ellen Carozza, Técnica Veterinaria Licenciada en Felinos, se encargó de su cuidado.
Francis tenía la cabeza muy grande comparada con su pequeño cuerpo. En su examen inicial, descubrieron que el gatito tenía un soplo en el corazón y estaba perdiendo un poco de pelo.
Francis tenía que ser alimentado con biberón las 24 horas del día. Cuando no comía, se acurrucaba con Ellen, quien lo llevó al trabajo para mantenerse al día con su alimentación y lo llevaba pata todos lados en su bolsillo.
Fue el gato residente de Ellen, Benny, se convirtió en el padre adoptivo del gatito. Lo limpiaba después de que terminaba de comer y lo observaba mientras aprendía a usar la caja de arena.
Aquí está Francis sentado al lado de Benny.
Cuando Francis probó la comida para gatitos por primera vez, la devoró inmediatamente. "Después de hablar con varios especialistas, podemos confirmar que no es hipotiroidista, pero podría tener una deficiencia de la hormona del crecimiento", aseguró Ellen.
A las seis semanas de edad, Francis tenía aproximadamente el tamaño de un gatito de tres semanas. Era muy pequeño para su edad, pero es un luchador. Tiene una gran voz y se esfuerza por comportarse como un niño grande.
La fundación de NOVA Cat Clinic, Chris Griffey Memorial, ofrece a gatitos como Francis el cuidado que necesitan para sobrevivir y prosperar. Hace una semana, Ellen encontró la pareja perfecta para este pequeño.
Se irá a casa con un miembro de la familia de Ellen cuando esté listo. A las ocho semanas de edad, el dulce gatito con el bigote perfecto ha florecido de verdad. Pasó de ser un gatito del tamaño de una cuchara, a ser un chico guapo con un esmoquin elegante.