
Martes 26 de diciembre de 2017
Martes 26 de diciembre de 2017
Es hora de sacarse esos miedos de encima.
Todas sabemos que viajar es una buena idea y que las razones sobran para hacer las maletas y salir al mundo, pero muchas veces nos ponemos decenas de peros para evitar hacerlo. ¿Por qué? Bueno, porque tener miedo es normal y que muchas veces nos impide hacer lo que queremos.
Agrupamos una lista de razones para no viajar que debemos dejar de lado. Tal vez las cosas sean más simples de lo que creemos.
"Qué lata sacar pasarporte", "¿se necesita visa?", "¿hay que tener algún seguro?". Esas son preguntas frecuentes cuando llega el momento de viajar y nos encontramos con burocracias propias de cualquier proceso. Pero en la era de la información, todo está en internet y puntualmente en los sitios de los consulados.
"Qué ganas de ir a marruecos, pero ni idea hablar como se habla árabe", "apenas sé hablar un poco de inglés, no me van a entender". Sí, el idioma puede ser una barrera, pero que no te detenga. Hay interpretes y lo más importantes, Google Translator.
Puede ser bueno, pero también malo. No hay con quien conversar después de vivir experiencias y si estás a miles de kilómetros de casa, no es malo tener una cara conocida.
Es una de las razones más simples. Puedes viajar por carretera, pero será más difícil recorrer el mundo.
Hay países más conflictivos que otros y eso puede ser una limitante a la hora de decidir hacer un viaje.
Puede que no te guste la comida o que un amigo te diga que se enfermó en algún país que visitó y eso te haga cambiar de parecer. Importante ítem, porque en todas partes hay que comer.
No, no es simplemente el miedo a las agujas. El problema es que cuando es una fobia y te tienes que vacunar para viajar. Eso podría arruinarte las vacaciones.
Esto no necesita explicación.
Para qué subirte a un avión si puedes estar cómodamente en tu cama viendo Netflix.
¡Vamos a centro américa! pero es muy húmedo. ¡Vamos a Irlanda! pero es muy frío. El clima puede definir tus experiencias.
No, en ese país siempre roban. No, es que ahí es todo demasiado caro. No, es que ahí tratan mal a los turistas. Y entre tanto prejuicio, podrías terminar en tu casa, sin ir a ninguna parte.