En reiteradas ocasiones hemos escuchado que hay que tener mucho cuidado al cargar nuestro celular debido al riesgo de descargas eléctricas.
Esta advertencia, que para muchos es exagerada e inútil, ha provocado que miles de personas tomen las precauciones necesarias para evitar una tragedia.
Sin embargo, este no fue el caso de Ángel Andrada, un joven argentino de 18 años que murió luego de recibir una fuerte descarga eléctrica cuando enchufó su teléfono a la toma de corriente.
Según informaron medios trasandinos, el joven llegó a su casa para dirigirse a su habitación con el fin de cargar su celular, ya que este se había apagado.
Su padre, quien se encontraba en la casa, se percató que Ángel demoraba mucho en salir de su pieza, por lo que decidió ir a ver qué sucedía, encontrándose con una dramática escena: su hijo estaba tirado en el piso.
Rápidamente, su padre lo trasladó al hospital de Paroissien, pero no logró llegar con vida.
En el hospital constataron que su muerte fue a causa de una descarga eléctrica, la que le provocó quemaduras graves en el cuello, ambas muñecas y en la pierna derecha.