Miércoles 5 de julio de 2017

Jeremy Meeks saltó a la fama cuando su retrato policial se viralizó. Tras su paso por la cárcel se transformó en modelo y luego tras enamorarse perdidamente, podría heredar un poderoso emporio.
Esta es una particular historia. Tras pasar por su peor momento, Jeremy Meeks, supo darle la vuelta al destino. En 2014 fue condenado a 18 meses por intento de robo y porte armas y jamás imaginó que su foto policial recorrería el mundo y se convertiría en una celebridad.
Al poco tiempo la reconocida agencia de modelos White Cross Management lo contactó para ofrecerle trabajo tras su salida y así comenzó todo. Incluso hace algunas semanas fue elegido por diseñadores para ser figura del prestigioso Fashion Week de Milán.
Meeks, que ya cuenta con un millón de seguidores en Instagram, se ha mantenido alejado de los escándalos y en sus imágenes en sociedad se le veía feliz con su esposa Melissa y sus hijos. Esto, hasta que este fin de semana, los paparazzis lo agarraron infagranti en un yate con Chloé Green, la heredera de mediático imperio de moda "Top Shop".
De acuerdo a la prensa sensacionalista, Jeremy y Chloé se conocieron en el pasado Festival de Cannes, pero hasta la filtración de las fotos se desconocía que la relación había superado un sencillo cruce de miradas.
Green es la heredera de la marca textil valorada en 5.000 millones de dólares: ¿un amor de verano o Meeks será parte de un matrimonio multimillonario?