
Jueves 27 de mayo de 2021
Jueves 27 de mayo de 2021
Acá te contamos más sobre la avanzada terapia optogenética.
Tras 40 años de ceguera a causa de una enfermedad genética degenerativa, un hombre de 58 años pudo recuperar parcialmente la vista tras someterse a un tratamiento con una innovadora técnica, además de estimulación lumínica.
Es primera vez que la terapia optogenética permite obtener una recuperación parcial de la función visual, afirman los investigadores que implementaron este ensayo clínico, según la agencia DW.
El paciente que participó en el estudio está afectado por la retinopatía pigmentaria, una enfermedad genética degenerativa del ojo que provoca la destrucción de las células fotorreceptoras de la retina, causando una pérdida progresiva de la visión que evoluciona generalmente hacia la ceguera.
Cuando antes solo podía percibir la presencia de la luz, la terapia le facilitó localizar y tocar objetos, según el estudio, publicado el lunes (24.05.2021) por la revista Nature Medicine.
Injection of a light-activated #genetherapy vector combined with the wearing of light-stimulating goggles achieves partial vision restoration in a blind patient with retinitis pigmentosa.https://t.co/O24GC50xRj #optogenetics #RareDisease @IOB_Roska @InstVisionParis pic.twitter.com/TpPnfvpGCN
— Nature Medicine (@NatureMedicine) May 24, 2021
En la visión normal, los fotorreceptores de la retina utilizan proteínas que pueden reaccionar a la energía lumínica, las opsinas, que suministran informaciones visuales al cerebro a través del nervio óptico.
Para restaurar la sensibilidad a la luz, al paciente se le inyectó el gen codificador -adenovirus- de una proteína procedente de un alga, llamada ChrimsonR, que detecta la luz ambarina, describe el estudio.
Después de cinco meses de haber recibido la inyección –y con la finalidad de dar tiempo a su organismo para producir esta proteína en cantidad suficiente– se efectuaron diferentes ejercicios por medio de unas gafas específicas dotadas con una cámara, las que fueron elaboradas por los investigadores.
Esta herramienta facilita proyectar imágenes de color ámbar sobre la retina del paciente.
"Siete meses después, el paciente comenzó a registrar signos de mejoría visual", afirma en un comunicado el Instituto de la Visión (Universidad de la Sorbona/Inserm/CNRS) y el hospital parisino Quinze-Vingts, especializado en oftalmología.
"Con la ayuda de las gafas, puede ahora localizar, contar y tocar objetos", agrega.
La retinopatía o retinitis pigmentaria afecta a una de cada 3.500 personas, según la base de datos Orphanet, y puede comenzar a cualquier edad, con una frecuencia de aparición mayor entre 10 y 30 años.